Tras varios meses escuchando que
se va a llevar a cabo una reforma de la administración local, resulta que me
llega el informe de la FEMP
(Federación de Municipios y Provincias) y la reforma profunda y profusa es un
mojón como la copa de un pino.
La idea que mueve esta reforma
es, dicen los reformadores, racionalizar
y sostener a la administración local, y para ello hablan de clarificar
competencias. “una administración, una competencia” dicen solemnemente; Racionalizar
la estructura para que no se gaste más
de lo que se ingresa; control financiero
riguroso y, es lo mejor, favorecer la iniciativa económica privada para evitar
intervenciones administrativas desproporcionadas ¿privatizacion?.
Luego hablan de control del gasto
poniendo topes a los sueldos de concejales y alcaldes, “limitando” el numero de asesores y personal
eventual, eliminando duplicidades y clarificando competencias. Y se permiten dar el porcentaje de ahorro que
cada medida supondrá.
Es curioso que ciudades de tamaño
medio, como Talavera de la Reina,
por ejemplo, podrán pasar de tener el personal eventual que tienen ahora, que
en modo alguno superan los 10,
a 25, tantos como concejales hay en la corporación.
Curiosa forma de reducir gasto.
Podrán así mismo pasar de
tener los 5 o 6 concejales que hay
liberados con dedicación exclusiva a un máximo de 15, es decir, el 60% de los
concejales de una ciudad media podrán ser liberados. Desde luego muchísimos más
de los que hay actualmente.
Por otro lado se establecen los
salarios máximos que podrán cobrar concejales y alcaldes, y establece como
referencia el sueldo de un Secretario de Estado, que resulta que cobra en torno
a los 70.000 euros, por lo que un alcalde, dependiendo del tamaño de su
municipio podrá cobrar desde los 14.000 euros el alcalde de un municipio de 1000 a 2000 habitantes, a los 70.000 que podrá cobrar el alcalde de
ciudades de más de 500.000 habitantes, (esto creo que lo han hecho para
fastidiar a la Sra.
Botella, pues solo Madrid y dos ciudades más superan esta
cifra de habitantes), lo que no dice la reforma planteada es si este sueldo es
compatible con dietas, gastos de representación y asistencias a plenos,
comisiones, patronatos, empresas locales, juntas directivas, Etc. Etc. Osea,
que entre unas cositas y otras, habría alcaldes, como pasa ahora, que cobrarían
muchísimo más en orden a sus distintos
cargos. Pero existe un dato un tanto extraño, pues resulta que por un lado dice
que los alcaldes de municipios de 1000 a 2000 habitantes
podrán cobrar el 80% de lo que cobra un secretario de Estado, y al mismo tiempo
dicen que los municipios de menos de 1500 habitantes no tendrán ningún concejal
liberado, es decir, que estos alcaldes
de municipios de entre 1000 y 1500 habitantes podrían cobrar sin tener
dedicación exclusiva, sin duda una barbaridad absoluta, un olvido imperdonable
o simple inutilidad.
En cuanto a los porcentajes de
ahorro que señala el borrador, son una
tomadura de pelo absoluta. O si no, que el ministro me explique unas cositas:
¿Los 2.231,7 millones que se ahorran por la clarificación de competencias y los
3.281,7 por eliminación de duplicidades de dónde salen? ¿Se lo ahorra la administración
local pero lo paga la autonómica, o la central? ¿Qué ahorro es ese?; ¿los 145.8
millones que se supone se ahorran (un
2%) en personal eventual cómo será posible si resulta que los ayuntamientos
podrán contratar a más personal asesor que el que tienen actualmente?...
Luego habría que clarificar qué
es eso de eliminación de duplicidades y clarificación de competencias ¿quiere
decir que las CCAA se ocuparan del mantenimiento, suministro, y limpieza de los
colegios públicos, cosa que ahora hacen los ayuntamientos? ¿De verdad creen que
será más barato y eficaz que lo hagan
las CCAA? ¿Las CCAA llevarán a cabo las escuelas de deportes, las
actividades extraescolares y demás acciones que desinteresadamente realizan los
ayuntamientos de los pueblos pequeños?
En definitiva, esta ley es un
absoluto despropósito se coja por donde se coja, que lejos de suponer ahorro va
a suponer un incremento del gasto y lo que es peor, un inmenso abandono de los
municipios pequeños, con el consiguiente incremento del coste social, al evitar
que los ayuntamientos pequeños sigan haciendo cosas que no son de su
competencia pero que si no lo hiciesen, no lo haría nadie. Se desmantela una eficaz
red de asistencia, de servicios y de referencia, que son los ayuntamientos
pequeños. Quienes desde la comodidad de sus ciudades defienden y vocean este
tipo de medidas, a parte de manifestar
absoluta ignorancia, está condenando a millones de ciudadanos al abandono, y
por extensión a que se abandone el mundo rural ¿han meditado sobre el coste que
supondrá que la gente abandone los pueblos? Mucho me temo que no, ni creo que
les preocupe.